A lo largo de mi trayectoria como farmacéutico y especialista en salud pública, he aprendido que la vocación de servicio es el motor, pero la gestión estratégica es el volante. Sin una dirección clara, la ayuda no llega con la eficacia necesaria. Y no ha sido algo fácil de trasladar, en un entorno muy vocacional en el que la gestión no ha terminado de calar hasta hace pocos años.

Hoy comparto con vosotros esta infografía que he diseñado resumiendo lo que, bajo mi experiencia, define el liderazgo en movimientos sociales y ONGs.

No se trata solo de gestionar recursos, sino de gestionar emociones en entornos a menudo críticos.

Un líder en nuestro sector debe:

🖋️ Tener visión estratégica: Estudiar el entorno y preparar planes de acción basados en datos, no solo en intuiciones.

🖋️ Ser un ancla emocional: Cuidarse a uno mismo para poder cuidar a los demás. La calma en tiempos de crisis es nuestro activo más valioso.

🖋️ Practicar la transparencia radical: Comunicar de forma fluida con técnicos, voluntarios y colaboradores.

🖋️ Priorizar el Interés General: Por encima de cualquier agenda particular.

Como sanitarios, llevamos en nuestro ADN el cuidado del paciente. Al trasladar esto a la dirección de entidades sociales, ese «paciente» se convierte en la «persona vulnerable».

La empatía y el realismo deben ir de la mano.